25.12.09


El dolor, esa sensación aguda y seca al final del último nervio de la médula, pero que no sale del corazón, ese pinchazo en el cuerpo que no es físico, que es como debiera sentirse que a uno le expriman el alma. El dolor, la sensación que se experimenta al despertar del más magnífico sueño, y comprender que fue exactamente un sueño.. ¿Cómo detener las lágrimas? ¿Cómo ofrecer ese dolor? ¿Cómo liberarse de esa mano que apretuja?


La soledad es un amigo que no está...

21.12.09

Recordemos aquellos tiempos en los cuales no era necesario pedir por algo mejor. Yo pienso en ellos todos los días. Anhelo, anhelo...



Hoy encontré la verdad mirándome a los ojos desde una canción,
Chocante, ¿no?

2.12.09

Muchas veces podemos sentirnos anclados a muchas cosas. Lugares, objetos, personas. Y es inevitable no aferrarse a esas cosas cuando uno las necesita.. tal vez uno no se piensa aferrado, pero cuando se las extraen..
Sin embargo, no es tan dañino aferrarse a algo, sino a una experiencia. Y es tan difícil querer repetirla y sentirse impotente.. como alguien que quiere sentirse feliz o extasiado de nuevo, pero la causa se fue volando por la ventana. ¿Qué se hace entonces? ¿Se condena uno, quizás, a no ser feliz nunca más? Como el amor que parte, que se sabe que no va a volver. ¿Está olbigado uno a no amar nada o a nadie más? Allí está el error. No está mal aferrarse a experiencias, sino a sus causas.. porque son tan mutables.. Es la base de nuestra naturaleza: la inestabilidad. Porque como el ser amado parte, puede partir uno, sin permitirse volver a sentir algo igual por alguien, quizás, tan bueno como el amado. Porque uno no piensa, no comprende la partida. Física o de sentimiento.. ésta última la peor. ¿Cómo comprender la falta de amor?.. sólo empezando de nuevo... amando algo que nunca va a dejar de amarte.. lo sano, lo real..
Qué hermoso es sentirse anclado a lo infalible!