31.7.10

Vida y obra de cada ser que pisa este valle. Siento que me susurra cada paso que da, siento que me acaricia con su palabra tierna y oscura, lo veo marchar...
Voy a robar. Cumbres del aire, rodéenme con su nieve, que quiero sentir el contraste entre tierra y brillo, entre vida y muerte, entre terrenalidad y trascendencia. Quiero sentir al mundo. Quiero deshacerme de todo lo que me ata a la vida poco sensible. Basta de pensar... 
Quiero caminar libre, contentarme con mi naturaleza, vivir la otra, aprisionar la tierra con mis pies, quiero moverme al compás del viento, oler cada fragancia, siento el viento en mi cara... ¡llevame! El agua resuena en su murmullo, maravillosa.... la componen partículas mínimas que no puedo ver, pero no importa, no necesito verlas para disfrutar de ellas... 
Siento frío... la piel se me torna rara, deja de ser lisa y pasa a parecerse a un cordón montañoso. El aroma a pasto recién cortado lo siento hasta en la boca, hecho un aire con gusto... lo siento fantástico, pero quiero correr libre y sentir todo, cada cosa que se me acerque...
Oigo un grito...
Sí, hijo, ya voy. Esperame, que estoy viviendo.

3.7.10

Creo que ya hice un comentario sobre los sueños. Quizás fue sólo sobre el producto de éstos. Me gustaría analizarlos ahora en todo su contenido.
¿Qué se creen que son? Pensamientos nocturnos.. incontrolables deseos o temores que rigen nuestra vida si así lo decidimos. Mágicos momentos en los que nos sentimos de algún modo místicos. Y tiempo desperdiciado.
Vida y armonía del sueño. Muerte y disputa entre contrapuntos de día, sólo para apreciar más el segundo que ese pedacito de magia que se nos concede ocho horas al día como mínimo. Porque los deseos duelen si uno no se conoce a sí mismo. Y porque los temores son mejores y más mansos escondidos en el placard, bien enrollados entre las medias.
Los sueños.. esos espacios de reflexión que son los únicos verdaderos momentos en los que no hacemos otra cosa a la vez.. Todas las decisiones cruciales deberían tomarse allí...
Pensamientos nocturnos.. son tan distintos de los diurnos! ¿en qué distan al fin y al cabo? En que no están, por una sóla vez en nuestra vida, regidos por la razón. ¡Cuánta libertad encierra un simple sueño!
¿Libertad? Condición ideal del ser...
¿Ser? Escencia y naturaleza. Razón e instinto. Alma y sentido. Místico...
¿Serán los sueños los únicos capaces de darnos reales pistas sobre cómo llevar nuestra vida?
Al fin y al cabo es con la almohada con la que se consulta y se exponen los anhelos del alma más grandes, los temores más terribles...

Estamos equivocados al ignorarlos. Estamos equivocados al dejar que gobiernen nuestra vida.
Los sueños, esos pensamientos que hablan cuando todo lo demás calla...
Nos dice quiénes somos.
¿Quién es vos?




¿Quién es yo?